Regalar una planta en estos días puede ser una idea original y cargada de significado. Aquí os proponemos algunas sugerencias:
La camelia es símbolo de longevidad, fortuna y felicidad. Originaria de oriente, es una planta con una flor de espectacular belleza, de gran tamaño, aunque su forma depende de la variedad. Sus colores pueden ir del blanco al púrpura, salmón, amarillo, rojo, rosa o bicolor. Las hojas son muy consistentes, ovaladas, de un color verde oscuro muy brillante con el envés más pálido. Es conocida como la flor de las Rías Bajas, por la gran tradición que de su cultivo hay en Galicia.
Los cuidados básicos pasan por alejarlas de la calefacción y situarlas en los lugares más frescos de la casa. Incluso puede ser preferible sacarlas al exterior, protegiendo un poco la tierra con paja o cortezas, puesto que son muy resistentes al frío.
El pensamiento tiene un significado distinto según su color: su flor blanca representa el candor, violeta indica modestia, y si es de tres colores llama al recuerdo, de ahí que en algunos lugares se le conozca como “nomeolvides”. Son ideales para aportar una nota de color en estos días fríos de invierno. Resultan aptos para macetas y jardineras, y requieren iluminación, admitiendo desde el pleno sol hasta la semisombra. Además, resisten las heladas. Con la llegada del calor la flor comenzará a marchitarse, y entonces será el momento de cortar la planta por la parte del tallo más baja, para así poder volver a disfrutar de la alegría de sus tonalidades el próximo invierno.
Otra gran idea es regalar orquídeas; lo que quieras decir sutilmente con ellas dependerá una vez más de su color, aunque su simbología principal es seducción, sensualidad, y belleza suprema. Todas las gamas del amor se expresan con esta flor, desde el amor puro e idealizado de la flor blanca, hasta la más explícita de la roja, pasando por la amarilla y la rosa.
Es una de las flores más apreciadas en jardinería por sus formas voluptuosas y colores intensos. Resulta perfecta para adornar el jardín o el interior del hogar, solo debemos tener en cuenta su delicadeza y administrar correctamente el agua. Si las tenemos en maceta, debemos olvidarnos del plato bajo el tiesto: nunca mantendremos la maceta en contacto con el agua y nunca utilizaremos agua fría o caliente para regar. En invierno basta con regar una vez a la semana, siempre por la mañana.
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