El brezo es un pequeño arbusto de forma generalmente compacta que resulta perfecto para llenar de color balcones, terrazas y jardines hasta que la primavera haga su aparición, sin requerir más cuidados que un riego esporádico en caso de que el tiempo sea excesivamente seco, y siempre con aguas blandas.
Esta planta perenne crece con facilidad en los bosques, dando espesor y proporcionando cobijo y alimento a algunos animales. También es destacable la calidad de la miel que se obtiene del néctar de sus flores.
Existen diversas especies de brezos y muchas variedades, la mayoría con flores rosas o blancas, que florecen en invierno o a principios de primavera. Principalmente es una planta de exterior; en el interior es preciso alejarla de la calefacción y regarla con cuidado, mediante la colocación de un platito con agua debajo de la maceta durante unas horas para que absorba humedad. Necesita mucho frescor y humedad en la tierra, así que si tenemos la planta dentro de casa puede ser conveniente sacarla al exterior al anochecer.
Fácil de cuidar, el brezo es muy apropiado para hacer composiciones florales, en combinación con otras plantas o utilizado como planta única. En este último caso es importante conseguir contenedores decorativos, originales y estancos, para introducir la planta en su propio recipiente con dos centímetros de altura de agua. Así lograremos la humedad necesaria para su correcto mantenimiento y crecimiento, lo que unido a una acertada elección de los recipientes permitirá dotar a nuestro hogar de un estilo único y personal. Actualmente podemos encontrar en el mercado infinidad de originales recipientes de jardinería, desde las tradicionales macetas hasta estructuras de metal con muy diversas formas, aptos para colgar o para colocar en el suelo.
Elige la combinación que más te guste y adáptala a tu personalidad para decorar los rincones y estancias más íntimos de una forma sencilla y original.
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