Ésta es la hora
de las hojas caídas, trituradas
sobre la tierra, cuando
de ser y de no ser vuelven al fondo
despojándose de oro y de verdura
hasta que son raíces otra vez
y otra vez, demoliéndose y naciendo,
suben a conocer la primavera.
de las hojas caídas, trituradas
sobre la tierra, cuando
de ser y de no ser vuelven al fondo
despojándose de oro y de verdura
hasta que son raíces otra vez
y otra vez, demoliéndose y naciendo,
suben a conocer la primavera.
...> (Pablo Neruda / “Jardín de Invierno”)
El otoño va llegando a su fin, es una época estupenda para plantar árboles y arbustos, setos, rosales y bulbos de floración primaveral (narcisos, tulipanes, jacintos...).
Pero también debemos prestar atención a los cuidados que en la nueva estación requieren nuestras plantas, pues si son delicadas (como las de origen tropical o subtropical), haremos bien en protegerlas del frío con ayuda de protecciones plásticas. También tendremos que situar nuestras macetas en sitios resguardados, poniéndolas a salvo de las corrientes de frío y de la posible nieve, o llevarlas al interior. Las plantas de interior deben ser trasladadas a sitios con más luz, reduciéndose los riegos y la fertilización.
Hay que tener en cuenta que las necesidades de agua van siendo menores, debiéndose espaciar los riegos. Así, a los cactus sólo debemos regarlos una vez al mes, y en las horas de mayor calor, mientras que las plantas de interior requieren un riego moderado, salvo que estén en crecimiento o floración.
Las macetas que aún tengan plantas con flor agradecerán un abono, pero no deben emplearse en invierno fertilizantes con nitrógeno, pues con ello se estimula el crecimiento y las plantas no lo necesitan porque están en reposo. Si disponemos de un jardín, la mejor opción será un abonadoorgánico general (estiércol, mantillo, compost...).
En general, y salvo que haya heladas, es buena época para podas. Los cortes deben ser limpios para prevenir enfermedades y favorecer la cicatrización, y nunca de las ramas más recientes.
Hay que tener en cuenta que las necesidades de agua van siendo menores, debiéndose espaciar los riegos. Así, a los cactus sólo debemos regarlos una vez al mes, y en las horas de mayor calor, mientras que las plantas de interior requieren un riego moderado, salvo que estén en crecimiento o floración.
Las macetas que aún tengan plantas con flor agradecerán un abono, pero no deben emplearse en invierno fertilizantes con nitrógeno, pues con ello se estimula el crecimiento y las plantas no lo necesitan porque están en reposo. Si disponemos de un jardín, la mejor opción será un abonadoorgánico general (estiércol, mantillo, compost...).
En general, y salvo que haya heladas, es buena época para podas. Los cortes deben ser limpios para prevenir enfermedades y favorecer la cicatrización, y nunca de las ramas más recientes.