Hojas con manchas o agujeros. Observa atentamente hojas y tallos para asegurarte de que no tienen plagas ni enfermedades.
Comprueba que la planta está perfectamente enraizada dando un leve tirón del tallo. No debe salirse fácilmente. También debe tener un desarrollo similar en sus lados.
Si vas a adquirir plantas en flor, elige las que presenten muchos capullos sin abrir.
No es aconsejable comprar plantas de interior en invierno, porque las condiciones que se encontrarán en las viviendas (calefacciones, sequedad de ambiente, menor luminosidad) serán problamente muy diferentes a las que han tenido anteriormente, y el cambio puede ser mortal.
La observación de las raíces es fundamental. No deben adquirirse aquellas plantas cuyas raíces se salgan por los agujeros de drenaje de las macetas, o por la superficie de la tierra, pues esto significa que llevan demasiado tiempo pendientes de trasplantar. Si sacas el cepellón de la maceta, aquél no debería deshacerse, pues esto significaría mal enraizamiento. Las raíces deben ser abundantes y de color claro, indicativo de buena salud, y nunca de color negruzco.
Y, por supuesto, déjate siempre aconsejar por los profesionales. En la floristería de confianza siempre encontrarás a quien pueda ayudarte a encontrar la planta más adecuada para cada momento y persona.
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